Sumisión… esa palabra habla de someterse a la propia naturaleza

«Sumisión… esa palabra habla de someterse a la propia naturaleza y al reconocimiento de los deseos que nos procuran alegría y libertad»

El resto del texto que me escribió Luisa Grajalba:

«Ya vi “Deseaba llamarla…” y me parece una película con mucho fondo y forma que analizar, una excelente factura y un destacable montaje que la dota de la precisión y el ritmo adecuados.

En la película, un grupo de personas adultas y libres decide explorar, de forma teórica y práctica, la relación entre dos mundos tan enormemente amplios como el sexo y la pornografía, y analizar hasta qué punto esta última es reflejo de sus propios instintos y deseos o responde a intereses ajenos a ellos. Como método de exploración, la sexóloga que dirige el estudio recoge las reacciones y opiniones de los participantes ante sucesivas y breves proyecciones representativas del mundo de la pornografía, incluyendo un par de ejemplos que muestran una mayor violencia o sadismo. Pero la película no juzga, sólo expone ejemplos que están ahí, al alcance de un click en las redes, en una sociedad donde algunos los provocan, otros los aceptan y muchos los ignoran o prefieren ignorarlos y mirar para otro lado. La película los hace ver y juzgar por los personajes y los espectadores, a muchos de los cuales, entre los que me cuento, alguno les parecerá difícil de soportar.

Lo curioso del film es que los personajes que juzgan son en su gran mayoría profesionales del llamado mundo del porno que muestran la diferencia entre la sexualidad espontánea, libre, elegida, alegre, y la forzada para complacer exigencias o conveniencias por dinero o gustos que pueden llegar a situarse hasta en lo patológico. Son los personajes quienes muestran y demuestran la desculpabilización de un sexo explícito que potencie los deseos de quienes quieran verlo y vivirlo en toda su extensión y con una voluntad alejada de humillaciones, dominación por la fuerza o violencia, y la sexóloga directora del grupo lo apoya desde la visión científica de la sexualidad.

Sumisión, sí, pero ¿de quién y a qué? No nos quedemos en una explicación simplista, la del sometimiento de un género por otro, que la misma película, a través del testimonio de sus personajes, rechaza. Más bien, esa palabra habla de someterse a la propia naturaleza y al reconocimiento de los deseos que nos procuran alegría y libertad.»

Gracias Luisa por tu colaboración y por ese texto. Tu comentario es el primero de un miembro del equipo que rodó «Deseaba llamarla Sumisión, pero con el sexo nunca sé bien lo que quiero«

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