Alfonso García:
«Probablemente el género más complejo del cine, porque las fantasías y los estímulos a los que es receptivo un espectador concreto son un mundo mucho menos transferible (y compartible), dentro de lo universal que es la capacidad de excitación, que lo que pueda hacer que un melodrama, un western, una de guerra y no digamos ya una pieza de cine político, contengan, como receta de efecto comprobado sobre grandes audiencias, para lograr una conexión multitudinaria. Incluso el porno más tosco y menos elaborado, las filmaciones caseras de aficionados, se fragmenta en un montón de subdivisiones, por especialidades, que conectan previsiblemente con un universo reducido de espectadores, que tienen apetitos concretos y quieren soluciones previsibles que no se desvíen de sus expectativas. Por eso es más meritorio conseguir un doble éxito (artístico y de audiencia), como en el caso de «Cantar desnuda«, a partir de un proyecto que, además, escapa a cualquiera de las subdivisiones y especialidades que busca el espectador calenturiento y tal vez conectaría teóricamente, con más eficacia, con espectadores más adictos al cine alternativo y de vanguardia que al porno. Aunque las noticias del «feedback» que tenéis son sorprendentes, por lo heterogéneo del público que la está aplaudiendo. Pero, reitero, el mérito del éxito, además ajeno a todos los circuitos de exhibición habituales, es digno de toda alabanza, y de estudio.
Gonzalo Garcia Pelayo»
Graciaaaaaaaaaaaasssssss, Alfonso. Estoy con análisis así para «Sumisión«, que en su título completo ya lleva esa multidireccionalidad de los atractivos eróticos, y en otros proyectos futuros a los que doy vueltas y vueltas.
El fino análisis de Alfonso (ayer) coincide con mis cavilaciones sobre siguientes ideas para nuevos filmes sobre temas de sexo, temas casi inabarcables por su diversidad y, a veces, misterio.
(Captura de Tasha, patinadora, en «Cantar desnuda«)
[…] … la prodigiosa Anikka, coprotagonista y guionista (dice Alfonso García) […]