¡Qué sorpresa! La primera vez en mis 38 películas que una actriz (o actor) opina ampliamente sobre su película (… Sumisión…).
¡Tenías que ser tú, Anikka!
«Como en muchas películas de Gonzalo García Pelayo, aquí también la cámara se enciende sin guión, sin diálogos preestablecidos, sin una secuencia definida. Lo que surge es, en gran medida, una sorpresa incluso para quienes participan.
El resultado es un registro vivo, casi documental, de lo que las personas frente a la cámara eligen mostrar acerca de lo que piensan, sienten y experimentan en ese instante. Ese gesto, aplicado a la sexualidad, es profundamente provocador: se desmarca de la lógica del mundo de los contenidos para adultos, que suele construir fantasías, idealizar poses y ocultar imperfecciones.
La pornografía producida (no casera) que se consume masivamente viene las más de las veces de otros países y responde a ese modelo: cuerpos esculpidos, perfectamente iluminados, gestos estudiados, placer en apariencia absoluta pero muchas veces incierto, fingido, coreografiado.
Aquí, en cambio, se ofrece otra cosa: no la fantasía que busca excitar al espectador, sino la revelación de los trucos, las cámaras que se dejan ver, la desnudez de los procesos, sobre todo, la HUMANIDAD de quienes trabajan en esta industria , que es incipiente en Argentina.
El espectador que se acerque buscando “calentarse” se encontrará con la incomodidad de lo real. Los diálogos, sostenidos por intérpretes que pertenecen a la industria, dejan ver algo poco habitual: emociones reales, contradicciones humanas, pensamientos, reflexiones personales.
Es una obra que incomoda porque no busca alimentar el deseo inmediato, sino desnudar la propia maquinaria del mundo porno y mostrar, por un instante, qué sienten y qué piensan quienes lo hacen posible.
Una apertura que transforma a la película en un espejo incómodo, porque no pretende excitar, sino abrir preguntas, no quiere esconder, sino mostrar, no busca vender placer, sino preguntar por él…»
(sigan leyendo bastante texto en primer comentario, link al film:
Deseaba llamarla Sumisión pero con el sexo nunca sé bien lo que quiero