Lo que Quintín escribió sobre Mario Varela (a la derecha en la foto con Laura Nevole y Pablo Piedras, minibús atravesando sudeste asiático) y su libro «Diario de Camboya«:
«Empecé a pensar en esta historia hace un par de meses, cuando recibí un libro de Mario Varela llamado Diario de Camboya. Varela (Rosario, 1969) fue poeta en los noventa, después cineasta, pero su vocación es vivir en la Patagonia y ser guía de montaña. En 2018 filmó una película que se llama La vida que te agenciaste, un documental sobre los otros poetas de los noventa, en la que intentaba demostrar que sus compañeros de generación no se habían agenciado una vida envidiable, y que la suya era mucho más interesante. Lo conocí hace años en un festival en Bariloche en el que armamos un jurado abierto del cual formaba parte el cineasta José Campusano. Allí discutimos los premios delante del público y los realizadores, y Varela filmó la deliberación, pero parece que el material se perdió, y hoy nadie cree que hicimos algo así.
Volví a encontrarme con Varela en un stand que quedaba al fondo de la Feria del Libro, donde se aburría mucho. Solía visitarlo allí, y a veces se nos unía Vanina Colagiovanni, directora de la editorial Gog y Magog, novia de Varela y editora del Diario de Camboya. En Bariloche, Varela se había hecho amigo de Campusano y, desde entonces, empezó a trabajar como cámara en sus películas. La última vez que lo vi en la feria, me contó que lo habían contratado para hacer de camarógrafo en Bruna, una película de un español llamado Gonzalo García-Pelayo. Eso fue —creo— en 2023, y no supe más de él hasta la llegada del libro que sirve de guía para nuestra historia. En estos días le pregunté cómo había resultado la experiencia de Bruna y me contestó: «Filmamos un viernes. La actriz se encontraba después de un año con el novio que la había abandonado para volver con la ex. Él también es actor, pero no se habían vuelto a ver desde la separación. Dependiendo de lo que pasara ese día en la charla entre los dos, Pelayo iba a escribir el guion para filmar a la semana siguiente. Me encantó, me pareció el director con menos ataduras del mundo. Entonces me quise hacer amigo».
Y después:
«En enero de 2024, Varela ya se había hecho amigo de Pelayo y formaba parte de su equipo habitual. En ese carácter, viajó a Camboya para hacer cámara en dos películas del español. Una a filmarse en Camboya (Angkor-Camboya-Damiana), y la otra, en Vietnam (Al sur del Mekong). También se ocupó de los archivos electrónicos y hasta hizo de actor, al igual que el resto del equipo. El modo de trabajo de Pelayo queda documentado en el Diario de Camboya: un cine de guerrilla, con un equipo que filma rápido y se mete en lugares no permitidos, una enorme flexibilidad para cambiar el guion, incluso la estructura de la película. El personaje de Damiana, una mujer a punto de morir, es tan cruel con su marido que Pelayo decide que es demasiado. Por eso introduce un segundo grado y transforma un drama familiar en un rodaje sobre un drama familiar, y fabrica una película dentro de la película que le sirve de red de contención.»
Después de hablar de Lucía Seles, cierra con:
«Seles no viajó a Camboya, pero sí Laura Nevole, «la tenista», como la llaman sus compañeros de rodaje. Ella es la coguionista de los films y protagonista de ambos. En Camboya, entre templos budistas y el museo del holocausto local, es la mujer despiadada que viaja para conocer al hijo que tuvo con un funcionario khmer rojo. En Vietnam, es una devota laica que lleva una pequeña réplica de la Virgen de Luján para dejarla, humilde y escondida, en una iglesia vietnamita. Varela da cuenta en el libro de la fascinación que siente con la actuación de Nevole.»
Este libro, «Diario de Camboya«, es el centro de reunión donde coinciden todos los temas y personajes dentro de la gran construcción que tiene este artículo de Quintín.