Ayer vimos un primer montaje de «Cantar desnuda» y destacamos la gran cantidad de primeros planos sin un roce de foco que la buena relación de Anikka con la cámara nos ofrece en la película a pesar de estar siempre en mucho movimiento.
Canta desnuda pero no todo el tiempo. Igual sucede con las escenas amorosas que van entrelazadas con los boleros. Fede, Mario, Ramiro y José creo que quedaron muy contentos del montaje de Martín. Y por supuesto de Anikka, que todos consideramos como una gran, gran, gran artista.